2017 – 2018

Instalación

Carteles en impresión linográfica, flipbooks, fotografías impresas en vinilo adhesivo, esténciles y TV.

Dimensiones variables

Bogotá, Colombia

“El Barrio“ fue un proyecto de investigación que exploró la relación del lugar donde vivo junto a otros vecinos de los barrios San Luis, San Isidro I y II, La Sureña, Morací y la Esperanza a través de una práctica artística que permitió develar vínculos afectivos relacionados con el lugar.

PROCESO DEL PROYECTO EL BARRIO

“El Barrio” es la forma como los habitantes llaman al lugar que, aunque está compuesto por varios vecindarios, es percibido como uno solo. Mi interés por mi lugar de residencia nació porque sentía miedo de acercarme a algunos sectores aledaños que cargan con estigmas negativos como la fealdad, la suciedad, la inseguridad y el peligro.

A lo largo del proyecto, realicé 25 talleres con la Organización Barrios del Mundo en los que participaron 15 personas.

El punto de partida fue la identificación del sector a partir de las emociones y la percepción.

Posteriormente, reconocimos ‘zonas del miedo’ como expendidos de droga; ‘zonas fátiga’ como calles empinadas; ‘zonas de nostalgia’ como lugares históricos y rurales y ‘zonas de poca empatía’ en las que los habitantes mantienen una distancia significativa entre ellos debido a problemáticas sociales como la sobrepoblación y la migración masiva.

Finalmente, diseñamos carteles interactivos y los pusimos en zonas comunes para que otros habitantes participaran de la experiencia. Usamos pliegos de linóleo (70x100cm) y tinta litográfica para su impresión.

El proyecto tuvo una duración total de seis meses.

Para la socialización de los reconocimientos colectivos, resolví organizar visualmente, en el mismo mapa-base, los lugares de referencia y también, las cualidades invisibles e visibles que se propusieron en el taller. A continuación, una lista con las identificaciones que surgieron:

Cualidades invisibles

El frío: Percepción dominante en El Barrio al estar a 2746 metros sobre el nivel del mar, algunos vecinos dicen que llega hasta 3000 en las inmediaciones del páramo que son las partes más altas de la zona.

La fatiga: Respuesta corporal al esfuerzo físico que conlleva caminar por las calles empinadas del Barrio. También aparece cuando se está en las partes más altas y suele ser una reacción común en las personas que lo visitan.

El miedo: Sensación de prevención hacia zonas solitarias, o en las cuales hay consumo o venta de sustancias psicoactivas. Se activa frecuentemente en las noches, aunque en el día también suelen aparecer. Las reacciones corporales comunes son caminar rápido y no tener contacto visual o verbal con quienes se crucen en el camino.

El ruido: Perteneciente a las zonas de mayor tránsito vehicular o de personas, o a los lugares de comercio como tiendas, bares o restaurantes.

El silencio: Asociado a las zonas donde hay atractivos naturales, rurales o a las periferias del Barrio. Suele relacionarse con el miedo, pues es frecuente encontrarlo en lugares solitarios por lo que recomiendan ir en compañía, con ropa modesta y sin cargar objetos de valor. El silencio, también es una característica presente en los lugares donde el tiempo se detiene.

Cualidades visibles

Donde el tiempo se detiene: También relacionada a las zonas rurales y silenciosas, al no ser percibidas con el mismo ritmo y velocidad que tienen las partes urbanas del Barrio o la ciudad.

Zonas rurales: Referentes a los lugares donde hay costumbres campesinas vinculadas a actividades de tenencia de animales de granja y cultivos. Son afines al sentimiento de la nostalgia, al no ser tan predominantes como sucedió alguna vez en El Barrio.

Sectorización socioeconómica: Relativa a la división social y económica dentro del Barrio. El sector de San Isidro I se auto segrega de los otros, con muros de piedra, cercas eléctricas, seguridad privada y la presencia de perros ‘bravos’.

Tensiones ambientales y urbanas: Presentes en todo El Barrio, ya que el lugar se formó en área de reserva forestal, independientemente de la sectorización socioeconómica, la expansión urbana ha reducido abismalmente el páramo afectando nacimientos de agua y desplazando especies de flora y fauna.

Lugares de resistencia o autogestión: Referente a las organizaciones presentes en el Barrio que han tenido una larga trayectoria en trabajos sociales con la comunidad.

Tallaje de los carteles en linóleo

Impresión de los carteles

exhibición de El Barrio (2018), en “Emergente IV”, Facultad de Artes, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.

La exposición tuvo como objetivo principal mostrar el proceso del proyecto, por lo que fue compuesta por 5 partes. En la primera, se exhibieron los diseños de los carteles junto con fotografías de su realización y descripciones hechas con esténciles. En la segunda estaba el título, los nombres de los participantes, una descripción del proyecto y una repisa con un celular con la intención de  conectar al Barrio con la exhibición, decidí poner un celular junto a un aviso con los nombres y teléfonos de los participantes para que el público pudiera llamar y conversar sobre el proyecto. En la tercera parte, había un mapa de Bogotá con sus localidades y ubicaciones del Barrio y del lugar de exhibición que fue la Facultad de Artes de la Universidad Javeriana en Bogotá. A continuación estaban dispuestos los carteles junto a un mapa del Barrio que conectaba las zonas identificadas. En la cuarta, había un televisor que reproducía la crónica realizada por Cimavisión, el canal comunitario y, también, el videorecorrido “El Barrio de Paloma”. En la quinta y última parte, estaba en el suelo el esténcil de uno de los diseños de la golosa para que el público tuviera interacción con el juego.

El Barrio: reconocimiento afectivo de los lugares comunes a partir de prácticas artísticas

2018

RESUMEN

Planteo una investigación que tiene como objetivo el reconocimiento y la exploración por medio de prácticas artísticas de los barrios conocidos como San Luis, San Isidro I y II, La Sureña, Morací y La Esperanza, ubicados en la parte nororiental de los cerros orientales en la ciudad de Bogotá, Colombia, sector en el cual resido y comparto con otros. A partir de diálogos con sus habitantes y de recorridos en el lugar, pretendo interrogar las relaciones naturalizadas que tenemos los involucrados, tanto con nosotros mismos como con el lugar, vislumbrando a través del arte los vínculos afectivos con los espacios que habitamos.

PALABRAS CLAVE: Prácticas artísticas, Ciudad, Cartografía, Comunidad, Arte relacional